No podemos elegir nuestras emociones, pero sí qué hacer con ellas
Querer controlar la emoción que aparece en tal o cual situación, es una batalla perdida de antemano por mucho que nos empeñemos.
Sin embargo, es cierto que hay que tener cuidado con aquello que hacemos y decimos cuando estamos bajo los efectos de una emoción porque eso sí es nuestra responsabilidad.
𝐋𝐚𝐬 𝐞𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐚𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚𝐣𝐞: 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐜𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫.
Toda emoción es útil, por ello es preciso y necesario que las sintamos, comprendamos y escuchemos. Solo así, seremos capaces de generar las estrategias adecuadas para afrontar con éxito los problemas y dificultades que vayan surgiendo.